América Latina se
encuentra saturada de bloques económicos y políticos que han buscado la
integración de la región, pero lo cierto es que la cantidad de bloques es
inversamente proporcional al nivel de integración real que se han conseguido. Entre
los organismos creados en el espacio latinoamericano están: CELAC, Comunidad
Andina, MERCOSUR, SELA, ALADI, ALBA, UNASUR, CARICOM, ODECA, MCCA, SICA, Asociación de Estados del
Caribe, Organización de Estados del Caribe Oriental, Grupo de Río.
La Alianza del Pacifico
es el último bloque de integración latinoamericana que se ha creado; está
conformado por Chile, Colombia, México y Perú; y como países observadores a
Costa Rica y Panamá. Como se promulgó en la Declaración de Lima, este bloque
busca "alentar la integración
regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad”. La idea
de formar esta alianza se le atribuye al ex presidente del Perú Alan García
quien en abril de 2011 invitó a sus pares de Chile, Colombia y México a
integrar sus economías y unir esfuerzos en la penetración del mercado de
Asia-Pacífico. El 6 de Junio 2012 fue firmado en el Observador de Paranal,
desierto del Atacama en Chile, el acuerdo marco de la Alianza del Pacifico por
Sebastián Piñera de Chile, Juan Manuel Santos de Colombia, Felipe Calderón de
México y Ollanta Humala de Perú.
Frente a esta Alianza,
hay que recordar que hubo un precedente en el 2007 cuando se propuso el Foro
Arco del Pacifico Latinoamericano, la cual integran todos los países de América
Latina que tienen costa sobre el Pacífico (México, Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile). El
principal objetivo en este foro es que los miembros converjan y cooperen entre
ellos en temas económicos, y en una búsqueda conjunta de inserción en la región
Asia-Pacífico. Todos estos países en su momento tenían en común no solo la
costa Pacífica, sino su interés en firmar (ya algunos los habían hecho años
atrás) un TLC con los Estados Unidos, situación que diferenciaba al Arco del
Pacífico Latinoamericano de los miembros del MERCOSUR, reacios a un TLC con la
primera economía mundial. En la actualidad todos estos países del foro tienen
un TLC vigente con Estados Unidos a excepción de Panamá (ya lo tiene suscrito
pero no ha comenzado vigencia) y Ecuador, cuyo presidente Rafael Correa decidió
no seguir con las negociaciones. Se habla de una fragmentación de este Foro
cuando Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua asumieron la
presidencia de sus países, ya que como es sabido, ambos dirigentes son críticos
de los TLC´s con Estados Unidos por la asimetría de economías pero
especialmente por diferencias ideológicas que los llevaron a integrar el ALBA,
organismo planteado por el presidente de Venezuela Hugo Chávez y del que no se
puede desligar su carácter ideológico.
Este antecedente da por
sentado que las cuatro economías más grandes del Pacífico de América Latina se
hayan unido en un proyecto separado el cual es la Alianza del Pacífico. Los
gobiernos de Laura Chinchilla de Costa Rica y
Ricardo Martinelli de Panamá han expresado su interés y compromiso en
hacer parte del nuevo ente regional. Uno de los requisitos para hacer parte de
la Alianza es tener acuerdos comerciales con todos sus miembros, así que Costa
Rica le resta tener acuerdos con Colombia y Perú; mientras a Panamá con Colombia y México.
Como decía al comienzo
del artículo, hay muchos mecanismos de integración en la región más no una
integración real y duradera (exceptuando tal vez al MERCOSUR que hoy
ciertamente está estancado). En el caso de Colombia y Perú, su principal
intento de integración ha sido la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que como
expuse en mi entrada anterior, al día de hoy se encuentra mermada por la salida
de Venezuela, y a que dos de sus miembros Bolivia y Ecuador participan más activamente
del ALBA que del propio organismo andino; sumándose que el bloque no se ha
caracterizado por su dinamismo. Decir que la CAN hoy tiene poder de negociación
comercial o política no es real ni acertado.
Chile por su parte ha
preferido estar al margen de las organizaciones regionales tradicionales, esto
incluye su participación como miembro asociado a la CAN y al MERCOSUR. Es claro
que su política comercial se ha destacado por hacer acuerdos bilaterales, que por
pertenecer a un organismo en particular.
México desde que
negoció el NAFTA con Estados Unidos y Canadá, ha estado más enfocado en las
relaciones con estos países. Además por su peso económico y mercado interno ha
logrado participar activamente en foros internacionales como el G20. Sin
embargo a nivel regional no ha tenido influencia más allá de algunos países de
Centroamérica. Cabe anotar que México ha sido excluido de foros internacionales
que ha gestado la UNASUR como la cumbres con África y con los países Árabes.
La Alianza del Pacífico
se da como una propuesta en la que Chile, Colombia, México y Perú de manera
conjunta puedan tener influencia al hacer negociaciones comerciales con otros
bloques, y por qué no en algún momento también políticas. Inicialmente se
pretende avanzar en temas comerciales y en la materialización de una
integración profunda regional, que implica la integración física, energética y
de libre tránsito entre los distintos países. Dentro de los objetivos está el explorar en conjunto la
región de Asia-Pacífico, región que se está convirtiendo en el nuevo foco
económico global en momentos en que la Unión Europea está envuelta en una crisis
económica y Estados Unidos aun siente los coletazos de la crisis inmobiliaria.
Actualmente Chile tiene ocho acuerdos vigentes con países de esa región,
mientras que México tiene uno, Perú cinco, y Colombia está a la espera de que
comience vigencia el único TLC que tiene con un país de esa región, a saber
Corea del Sur.
Los cuatro países
miembros suman casi 207 millones de habitantes, comparativamente poco más de la población de Brasil. Representan
el 55% de las exportaciones totales de América Latina. La suma del PIB de la
Alianza del Pacífico lo ubicaría como la novena economía mundial. Indiscutiblemente
los miembros del bloque son los que más le han apostado al libre comercio,
siendo Chile el que más acuerdos comerciales ha firmado. Esta característica
haría pensar que sus miembros giran hacia un mismo objetivo y es ingresar y
diversificar los mercados de sus exportaciones, de modo que no dependan del
estado de la economía de un reducido grupo de socios.
Pensar como algunos
analistas que la Alianza del Pacífico funcionaría como un modelo Hub and Spoke,
en el que México por tener el mayor PIB dentro del grupo sería la economía
dominante (Hub) y Chile, Colombia y Perú las economías satélites (Spoke) es
algo prematuro, debido a que aun no se han formalizado las estructuras que
regirán al bloque, ni las cuotas de poder al momento de tomar decisiones. Sin
embargo, no se puede desconocer el hecho que México represente el 56% de la
población, el 61% del PIB, el 64% de las exportaciones y el 68% de las
importaciones de la Alianza, le puede dar cierto poder dentro del bloque, pero
insisto aún es prematuro.
La Alianza del Pacífico
se basa en una visión más pragmática que ideológica a diferencia de otros
acuerdos de la región, por lo que se espera que los acuerdos avancen rápido y
sin tanta burocracia. Un ejemplo de esto, es que el diferendo marítimo entre
Chile y Perú, el cual fue llevado a la Corte Internacional de Justicia por este
último en el 2008, no ha sido impedimento para que estos países decidan
pertenecer al bloque y mucho menos para continuar con los acuerdos comerciales
que ambos países comparten. Otra situación, es que el actual presidente del
Perú Ollanta Humala, de origen ideológico izquierdista (en la campaña
presidencial del 2006 fue abiertamente apoyado por Hugo Chávez), se ha
comprometido con el proyecto de la Alianza y no ha tenido interés de momento en
el ALBA.
Para finalizar, es muy
prematuro decir si la Alianza del Pacífico será un modelo de integración
exitoso, diferente a los bloques ya creados, y con avances reales y rápidos.
Por lo pronto hay que esperar que los cuatro países que la integran logren
hacer de la Alianza un bloque con poder de negociación económica y política, en
el que se alcance en consenso y progresivamente la libre circulación de bienes,
servicios, capitales y personas; esto sin dejar de lado el beneficio social y económico
de sus habitantes; de lo contario se convertirá en uno de los tantos bloques ineficientes
de la región.